El próximo sábado 25 de mayo, Rocafuerte será el escenario de una celebración llena de fe y devoción. La Virgen Blanca de Las Peñas, una figura venerada por muchos, será el centro de una misa campal en su santuario, un lugar que turistas y feligreses consideran un paraíso espiritual. Este evento no solo es una manifestación religiosa, sino también una oportunidad para que la comunidad se reúna y celebre juntos en un entorno de paz y esperanza.
Un Paraíso de Fe.- El santuario de la Virgen Blanca de Las Peñas está ubicado en un entorno natural impresionante, caracterizado por la presencia de siete manantiales de agua salobre que brotan de la roca. Esta agua es conocida por sus propiedades curativas y se dice que alivia diversas enfermedades, atrayendo a personas de todas partes que buscan consuelo y sanación.
La imagen de la Virgen está situada en la parte baja de una enorme roca cuya formación geológica se asemeja a una cueva. Este ambiente natural no solo aporta un aire de misterio y serenidad, sino que también realza la experiencia espiritual de los visitantes, quienes encuentran en el fluir del agua un símbolo de purificación y renovación.
La Fiesta del 25 de Mayo.- La coordinadora de la iglesia San José, Doña Auri Cruzatty, ha informado sobre los detalles del evento. La jornada comenzará a las diez de la mañana con una caminata que partirá desde la entrada al sitio San José de las Peñas del cantón Rocafuerte, ubicado en el kilómetro 12.5 de la vía Crucita-Portoviejo. Esta caminata es una tradición que simboliza la peregrinación de los feligreses hacia el santuario, un acto de devoción y comunidad.
La Misa Campal.- La misa campal será el evento principal de la jornada, celebrada en el santuario de la Virgen Blanca. Este acto de fe reúne a cientos de devotos que vienen a rendir homenaje a la Virgen, agradecer por los milagros concedidos y pedir nuevas bendiciones. La misa no solo es una expresión de fe individual, sino también una manifestación de la identidad y cohesión comunitaria.
Actividades Posteriores.- Después de la misa, la celebración continuará con un show cultural y presentaciones artísticas que destacarán las tradiciones locales. Además, habrá una feria de comida criolla, donde los asistentes podrán degustar platos típicos de la región. Estas actividades no solo enriquecen la experiencia del evento, sino que también promueven la cultura local y fortalecen los lazos comunitarios.
La Virgen Blanca de Las Peñas es objeto de una profunda devoción por parte de la comunidad local y visitantes de diferentes partes. Pescadores de Manta, San Mateo, Jaramijó, Santa Marianita, Crucita, San Jacinto y Los Arenales le atribuyen milagros, mientras que agricultores y personas desempleadas llegan a diario para ofrecerle mandas. Estas mandas son promesas hechas en agradecimiento por favores concedidos o en petición de nuevas ayudas, reflejando la fe y esperanza depositadas en la Virgen.
Los testimonios de aquellos que han recibido milagros son numerosos y conmovedores. Muchas personas aseguran haber encontrado alivio a sus problemas de salud, mejoras en su situación económica y protección en sus labores diarias. Estas historias fortalecen la fe de los devotos y atraen a nuevos peregrinos cada año, convirtiendo al santuario en un lugar de encuentro espiritual y de renovación de la fe.
Para aquellos que planean asistir a la fiesta, se recomienda llegar temprano para participar en la caminata y asegurar un buen lugar para la misa campal. También es aconsejable llevar ropa cómoda y protección solar, ya que las actividades se realizarán al aire libre. Además, es importante respetar las normas del evento y mantener un comportamiento adecuado en este lugar sagrado.
La fiesta de la Virgen Blanca de Las Peñas no solo tiene un impacto espiritual, sino también cultural y económico. El evento atrae a numerosos turistas, lo que promueve el turismo religioso en la región. Este tipo de turismo contribuye al desarrollo económico local, generando ingresos para los negocios y servicios de la zona.
Eventos como la fiesta de la Virgen Blanca refuerzan la identidad cultural y la cohesión social de la comunidad. La participación en actividades religiosas y culturales fomenta el sentido de pertenencia y solidaridad entre los habitantes, creando un ambiente de apoyo mutuo y colaboración.
La celebración también trae beneficios económicos directos e indirectos. Los negocios locales, como restaurantes y tiendas, experimentan un aumento en sus ventas debido a la afluencia de visitantes. Además, la organización de eventos culturales y ferias gastronómicas genera empleo temporal y oportunidades de negocio para los proveedores locales.
Este evento no solo fortalece la devoción a la Virgen Blanca, sino que también promueve la cultura local y contribuye al desarrollo económico de la región. Al reunir a devotos, turistas y miembros de la comunidad en un ambiente de paz y celebración, la fiesta de la Virgen Blanca de Las Peñas se consolida como una tradición significativa y valiosa para Rocafuerte y sus alrededores.
La esperanza y la fe que emanan de este evento son un testimonio del poder de la devoción y la unidad comunitaria, inspirando a todos los que participan a seguir adelante con optimismo y gratitud.