“Es lo mejor que ha podido hacerse. Ha sido un requerimiento de muchos años y por fin se ha cristalizado. Esto brindará mayor seguridad para todos, especialmente para los estudiantes”, afirmó el morador Rengis Cedeño García, sobre las seis pantallas de semáforos ubicadas en la intersección de la entrada a la ciudadela Mario Loor y vía Chone-Quito.
Hubo muchos accidentes y el requerimiento fue constante. “Es algo positivo. También se benefician sectores como Los Naranjos, Miraflores y Nicolás Marcillo, porque vienen estudiantes a la unidad educativa Ricardo Alfonzo Abad, asentada en nuestra ciudadela Mario Loor”, refirió Cedeño.
Para Miriam Márquez Solórzano era difícil salir o ingresar a su ciudadela, más aún en horas de clases. Existía ese peligro constante por la cantidad de vehículos en la vía principal. “Más de 27 años pidiendo semáforos. Gracias a las autoridades municipales que hicieron posible nuestro pedido”, dijo.
“La tecnología nos permitirá una mayor visibilidad de los carros en las intersecciones. Los semáforos son de policarbonato, tienen su pantalla reflectiva que nos ayudan en horas de la noche para que los vehículos la visualicen mucho más”, explicó el contratista Néstor Alcívar Zambrano.
Asimismo, entraron en funcionamiento las seis pantallas de semáforos en la calle Colón y Bypass, tal como lo indica la norma técnica.
La implementación de seis nuevas pantallas de semáforos en la ciudadela Mario Loor y sus áreas circundantes, como la calle Colón y el Bypass, marca un avance significativo en la seguridad vial de la región. Este proyecto, largamente esperado por los residentes, promete reducir la incidencia de accidentes y mejorar la fluidez del tráfico, especialmente en horarios críticos como las horas de entrada y salida de las escuelas.
Rengis Cedeño García, un vecino de la ciudadela, expresó su alivio y satisfacción con la instalación de estos dispositivos. Según García, la presencia de semáforos era una demanda comunitaria de muchos años que finalmente se ha hecho realidad, gracias al esfuerzo conjunto de los ciudadanos y las autoridades municipales. «Esto brindará mayor seguridad para todos, especialmente para los estudiantes», afirmó, destacando el impacto positivo que tendrán los semáforos en la seguridad diaria de los jóvenes que transitan por estas áreas.
El área beneficiada por estos semáforos incluye no solo la ciudadela Mario Loor sino también sectores vecinos como Los Naranjos, Miraflores y Nicolás Marcillo. Estos sectores albergan a numerosos estudiantes que asisten a la unidad educativa Ricardo Alfonzo Abad, ubicada dentro de la ciudadela. La mejora en la señalización no solo facilitará el tránsito vehicular sino que también asegurará un cruce más seguro para los peatones, muchos de ellos niños y jóvenes en edad escolar.
Miriam Márquez Solórzano, otra residente de la zona, relató las dificultades que enfrentaba la comunidad, especialmente durante las horas pico, cuando el flujo vehicular aumenta significativamente. «Más de 27 años pidiendo semáforos», recordó, agradeciendo a las autoridades municipales por atender finalmente esta necesidad crítica. La instalación de los semáforos ha sido una respuesta directa a las solicitudes persistentes de los habitantes que buscan un entorno más seguro para vivir y desplazarse.
Néstor Alcívar Zambrano, el contratista encargado del proyecto, explicó algunas de las características técnicas de los nuevos semáforos. Estos están hechos de policarbonato y equipados con pantallas reflectivas, diseñadas para mejorar la visibilidad nocturna de los vehículos. «La tecnología nos permitirá una mayor visibilidad de los carros en las intersecciones», señaló Zambrano, subrayando cómo la innovación tecnológica contribuye a la seguridad vial.
La norma técnica que regula la instalación de semáforos en la ciudad ha sido cuidadosamente seguida para garantizar que todos los aspectos del proyecto cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia requeridos. Con la entrada en funcionamiento de estas nuevas pantallas, se espera que el número de accidentes en las zonas afectadas disminuya notablemente, ofreciendo así una tranquilidad mayor a los residentes y un paso adelante hacia un tránsito más ordenado y seguro.
Este proyecto no solo mejora la infraestructura vial sino que también refleja un compromiso por parte de las autoridades locales para responder a las necesidades y preocupaciones de sus ciudadanos. Es un ejemplo claro de cómo la intervención urbana, cuando es bien planificada y ejecutada, puede tener un impacto directo y muy positivo en la calidad de vida de la comunidad.
